Escofet: imprimiendo en 3D la piel de la ciudad
Escofet transforma las ciudades y mejora el uso del espacio público a través del diseño de elementos como iluminación, pavimentos y construcciones. La impresión 3D está demostrando ser extremadamente útil para sus procesos de diseño iterativo, y ha sido vital para la creación de su última pieza, la baldosa Trébol.
Barcelona, 14 de enero de 2020-. Durante más de un siglo, Escofet, con sede en Barcelona, ha sido un referente internacional en arquitectura paisajista gracias a su dominio sobre el hormigón y su capacidad para transformarlo en la verdadera piel de la ciudad.
Con obras tan relevantes como el Palau Sant Jordi o el Anillo Olímpico y colaboraciones con arquitectos de renombre como Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, sus diseños han dado forma al paisaje urbano de Barcelona desde 1886, y han sido galardonados con premios tan prestigiosos como el Nacional de Diseño o el Delta de Oro de la Asociación de Diseño Industrial del FAD.
La evolución de la compañía y de sus propios proyectos los ha conducido a investigar y trabajar con nuevas tecnologías y prácticas de fabricación, que les permitan llevar su visión aún más lejos. Por eso, buscando obtener nuevas posibilidades de diseño, comenzaron a incorporar la impresión 3D en sus procesos de prototipado y validación funcional.
Esta tecnología ha demostrado ser especialmente relevante durante el desarrollo de su última obra, la baldosa Trébol. Inspirado en la naturaleza y con motivos botánicos, este ladrillo de hormigón no sólo es innovador y decorativo, sino que se ha creado para proporcionar una superficie ideal para el uso peatonal, contando con excelentes condiciones antideslizantes y una pisada confortable.
El proceso de diseño iterativo de esta pieza ha dependido en gran medida de la impresión 3D: utilizando su BCN3D Sigmax, se fabricaron varios prototipos “para validar aspectos como las dimensiones, grosores y medidas de los relieves“, explica Gerard Arqué, Product Design Manager en Escofet. Esta es una parte crucial del proceso de validación de las piezas, ya que las baldosas no pueden ser sólo bonitas: deben ser también funcionales. En palabras de Arqué, el principal beneficio de contar con piezas impresas en 3D es que “funcionan como prototipos de los que podemos sacar conclusiones decisivas sobre el diseño“.
Sin embargo, agrega, eso no es todo. El papel de los modelos tangibles en la arquitectura del paisaje es clave, ya que aumentan la comprensión tridimensional y permiten que los diseños se comuniquen en el contexto del mundo físico. La impresión 3D permite fabricar rápidamente y a bajo coste tantos modelos como sea necesario, que pueden ser utilizados por el equipo comercial para transmitir mejor las propiedades del diseño a terceros.
Estas son sólo las primeras etapas del trabajo de Escofet con la impresión 3D, pero los excelentes resultados logrados en el proyecto de la baldosa Trébol han demostrado a su equipo de Diseño de Producto que, en su empresa, no cabe duda de que esta nueva tecnología ha llegado para quedarse.