BCN3D Sigma, la evolución de nuestro buque insignia
Como pasa con todos los grandes inventos de la historia, nuestra BCN3D Sigma ha sufrido una evolución, tanto técnica como estética, desde la formulación de su concepto hasta la actualidad. En este artículo nos centraremos en el segundo aspecto, hecho que seguramente ayudará al usuario interesado a comprender mejor el porqué de su actual apariencia.
Concebida en poco más de seis meses –siempre estéticamente hablando-, podemos afirmar que la BCN3D Sigma pasó de la infancia a la madurez en un tiempo récord, teniendo en cuenta los parámetros de diseño de producto.
Así, en primera instancia, la BCN3D Sigma contaba con una estructura mucho más sencilla, tratándose de un cubo de perfiles de aluminio que mucho nos podrían recordar a otra de nuestras impresoras 3D como es la BCN3D+.
Sin embargo, este diseño no tardó en descartarse por una sencilla razón, el cambio de target. Desde un principio en BCN3D Technologies sabíamos que el público objetivo de la Sigma sería diferente al de la BCN3D+ y, consecuentemente, ambas impresoras debían quedar visualmente diferenciadas. Mientras la BCN3D+ estaba claramente orientada a un público maker y educacional, la Sigma debía estar enfocada al sector profesional, y por lo tanto debía lucir como tal.
Aproximadamente en la misma época se empezaron a desarrollar otras dos máquinas destinadas a posicionar a BCN3D Technologies en el mercado: la BCN3D Lux y la BCN3D Ignis. Dada esta situación, y con la intención de crear una identidad corporativa, se decidió que las tres máquinas contaran con una estética unificada. De esta forma, la geometría global de la BCN3D Sigma tal y como la conocemos ahora ya estaba decidida.
Sin embargo, el trabajo estaba lejos de estar terminado, pues faltaban por decidir muchos aspectos de su estructura –forma definitiva, materiales, etc- en cuya decisión intervenían muchas variables a tener en cuenta, como serían su funcionalidad, el tiempo de montaje y los costes, entre muchas otras.
Como es habitual en el diseño y desarrollo de un producto nuevo, para dar con la estética óptima de la BCN3D Sigma necesitábamos un prototipo sobre el que trabajar. Por dicho motivo se fabricó una maqueta de PVC espumado, que nos sirvió para identificar algunos problemas de viabilidad para su fabricación –los brazos arqueados se descartaron para la fabricación en serie de la máquina- y funcionalidad –la pantalla colocada en el centro de la estructura no resultaba práctica-.
Con estos primeros cambios pudimos manufacturar el primer prototipo funcional de la BCN3D Sigma, cuya estructura exterior estaba hecha de diferentes chapas de acero atornilladas, que resultaba poco atractiva, demasiado pesada y poco práctica, al requerir mucho tiempo de montaje y ajuste. Por dicho motivo, el siguiente modelo, todavía con partes separadas, pero esta vez de aluminio para reducir peso, utilizaba insertos, lo que permitía que el exterior de la carcasa fuera lisa.
Finalmente, en una tercera evolución estructural, optamos por una única pieza de aluminio soldado, que resultaba mucho más práctico para efectuar el montaje y atractivo, al presentar curvas que diferencian estéticamente la BCN3D Sigma de cualquier otra impresora 3D. A partir de este modelo, entonces, se fueron trabajando detalles de menos envergadura, como pudiera ser la posición y forma de la pantalla LCD con la que se maneja la máquina, o los colores de su estructura exterior.
Como resultado de este proceso hemos dado con una impresora 3D que no solamente destaca en el mercado por sus características técnicas, como puede ser su sistema de doble extrusión independiente, sino que además cuenta con una estética unificada con las BCN3D Ignis y Lux, alzándose como buque insignia de la identidad corporativa de BCN3D Technologies.